29 mar 2010

Día de la Memoria.




Veinticuatro de marzo, fecha fuerte si las hay. Este día, este año, tanto como los anteriores, se presentan recordatorios, posturas, opiniones, debates, discusiones, peleas y voces tan diversas como la cantidad de colores existentes en el mundo. Que los números de los desaparecidos, que por qué no se encarcela también a los terroristas subversivos de extrema izquierda, que si los militares fueron los malos, que si los subversivos fueron los buenos, que si debería ser feriado, que si una cosa, que si la otra.
¿Por qué siempre buscamos excusas para enfrentarnos entre nosotros?
Muy bien catalogado, el 24 de marzo es EL día de la memoria, situación que no da pie a recordar sólo este día. Entonces si es el día de la memoria qué hacemos debatiendo, peleando, separándonos si lo que justamente debemos hacer es recordar. Ocupamos el día de la memoria en discusiones y políticas absurdas olvidandonos de lo importante: RECORDAR. Recordar a los compañeros detenidos- desaparecidos, recordar a los compañeros que más allá de sus ideas políticas, morales, éticas, su raza, su religión, su sexo, su edad, su clase social se unieron para gritar, para denunciar, para decir basta, basta ya; para recordar que nadie tiene poder sobre la vida de nadie; para recordar a un país, a una cultura, a una educación, una sociedad totalmente resquebrajada por un golpe que bajo el nombre de Dios y de la patria, secuestraron, torturaron y/o desaparecieron a seres humanos, no sólo sus vidas sino voces, ideas, mentes, ganas, esperanzas, ilusiones, luchas...
¿Sentimos la necesidad, el deseo de que eso vuelva a suceder? No, no hay necesidad y no debe existir ese deseo porque más allá de meras cuestiones políticas y/o ideológicas no debemos perder de vista que se trata de vidas y nadie tiene el derecho ni el deber de quitarle, en forma y tiempo, la vida a un ser humano.
¿Hace falta que en las marchas, en los actos conmemorativos de este día estemos separados por partidos, por oficialismo, por oposición, por derecha o por izquierda? ¿No podemos ejercer el bello acto de recordar siendo simplemente seres humanos unidos por una causa común? ¿Es necesario adorar o atacar al gobierno actual? ¿No podemos simplemente recordar, analizar, destacar, pedir justicia?
Personalmente me causa dolor y me parece una falta de respeto hacia nuestros hermanos desaparecidos que utilizemos este día para realizar meros actos políticos.
No se trata de asistir a la marcha, podemos ejercer la memoria desde casa, en una plaza, a orillas del rio, en el colectivo... sólo se trata de práctica, de no perder la memoria. Sólo se trata de no olvidar, no perdonar, no claudicar y repetir una y otra vez: BASTA, BASTA YA.



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